Las decisiones se toman en diferentes aspectos de nuestras vides. En el ámbito empresarial las decisiones son tácticas, estratégicas o incluso personales. Son estas mismas la que hacen avanzar a las empresas, impulsarlas hacia una nueva forma de pensar y actuar. Las claves para tomar buenas decisiones son, reunir a las personas adecuadas, establecer un proceso de decisión ágil y ser riguroso con las decisiones tomadas.
Para establecer las decisiones se realizan reuniones, estas deben focalizarse en preguntar, debatir y explorar las diferentes ideas aportadas. Para ello se requiere de un trabajo previo de información, asimilación y comprensión del problema de su contexto.
Otro factor que considerar es el poder de la intuición. La intuición puede ser muy útil debido a la capacidad de entrelazar diferentes experiencias vividas con la situación vivida actualmente, solucionando así el problema planteado mediante un proceso mental extraordinariamente potente. Un problema existente en este tipo de acciones es la falta de comunicación entre la persona que se deja guiar por su intuición y aquellos que les siguen, ya que no queda claro el proceso mental seguido por la persona que lidera la acción.
Sin embargo, no debemos dejarnos llevar por la intuición, los sesgos pueden llegar a ser la tumba de un proceso de toma de decisión, debemos obligarnos a analizar, reflexionar y ser consciente de la decisión a tomar junto con sus posibles consecuencias. En estos casos tener un buen desarrollo del pensamiento crítico ayuda a evitar los sesgos cognitivos más comunes proporcionando solidez y estructura a nuestra toma de decisión.
A continuación, enumero alguno de los sesgos cognitivos más comunes en razonamientos relacionados con la toma de decisión:
- Confianza en experiencias familiares o éxitos pasados
- Exceso de confianza en nuestras ideas (enamoramiento)
- Afinidad por el statu quo
- Confirmación de nuestras opiniones
Estos sesgos pueden llevarnos a actuar de manera irracional, por lo tanto, debemos tener especial atención durante todo el proceso de análisis, reflexión y toma de decisión.
Concluyendo podríamos decir que la toma de decisión es un proceso en el que se entrelazan infinidad de factores, internos, externos, situacionales e incluso intereses de los diferentes stakeholders relacionados con la decisión. Para ello se debe contar con la información necesaria, las personas adecuadas y aportar los recursos necesarios para cada decisión.